EL GIMNÁSTICO LOGRA UN POLÉMICO PUNTO

Empató a 1 en Daimiel con penalti dudoso y gol local anulado.

Duelo de necesidades el que disputaron Daimiel y Gimnástico en la localidad de las tablas con motivo de la 9ª Jornada de la 3ª Nacional Grupo 18. Un encuentro en el que ambos conjuntos necesitaban la victoria para huir de las últimas posiciones en las que se encuentran y que supuso el re-encuentro de estos dos equipos que ya se habían enfrentaron dos veces esta temporada en la ronda de cuartos de final de la Copa Diputación en la que los daimieleños salieron victoriosos. Re-encuentro también para el nuevo jugador del Gimnástico, Pepe Berja, con su ex-equipo, ya que el centrocampista andaluz de 33 años fichó por Alcázar hace apenas dos semanas tras ser dado de baja en Daimiel. Muchos alicientes pues para un partido que, sin embargo, ofreció poco fútbol. El buen juego faltó, como comienza a ser habitual, aunque no la polémica, que sí la hubo y mucha. El árbitro del partido, Sevilla Lérida, acabó el partido en el centro de las críticas de la afición daimieleña después de que pitara un dudoso penalti a favor del Gimnástico, el que permitió a los alcazareños empatar a 1, y después de que anulara un gol al equipo local a 5 minutos del final. Todo ello, en una segunda parte marcada por la actuación del colegiado, quien, además, pitó otro penalti dudoso, esta vez a favor de Daimiel, que falló Sosa. Hasta entonces, el conjunto daimieleño, pese a que no ofreció gran cosa, había dominado, y se había adelantado con un gol en la primera parte de Naranjo que aprovechóun rechace para poner el 1-0 en el minuto 15. Después, tanto Daimiel como Alcázar dispusieron de dos buenas ocasiones que no se materializaron ni modificaron el 1-0 con el que el partido llegó al descanso. Después, comenzó la segunda parte y la polémica de Sevilla Lérida, con la que llegó el gol del empate del Gimnástico en el minuto 51 mediante el discutido penalti que materializó José Luis en el minuto 51. Tras éste, llegaría el también dudoso penalti que fallaron los locales, y el partido se rompió. El árbitro empezó a sacar tarjetas, y los sistemas desaparecieron. El juego se volvió loco, y de ello se aprovechó mejor Daimiel, que comenzó a dominar y dispuso de ocasiones para ganar, como la del gol que le anularon en el 85. El árbitro pitó falta en el saque de esquina que propició el tanto, y el partido concluyó con un empate insuficiente para dos equipos que siguen en los cuatro últimos puestos.